La Pendiente Ártica
Barrow, Alaska
Las aves playeras habrán viajado 6,535 millas desde Panamá y habrán finalmente llegado a la Pendiente Ártica. ¡Qué maravilla! Millones de aves llegan en el verano a las lejanas regiones del norte del continente para reproducirse y criar a sus juveniles. Largos días de verano en el norte producen una abundancia de insectos y plantas para que las aves y sus crías las coman.
Este es el final de la travesía hacia el norte, con nosotros. Estamos muy contentos de que hayan podido unirse a nosotros en esta excitante aventura.
¿Dónde están las aves?
Muchas de las aves Norteamericanas vienen a las lejanas regiones del norte del continente en el verano para reproducirse y criar a sus juveniles. Largos días de verano producen una abundancia de insectos y plantas para que las aves y sus crías las coman. Debido a que este alimento no esta disponible durante los fríos meses de invierno, muchas aves migran hacia el sur en busca de alimento en climas más cálidos. Estas aves siguen rutas migratorias, llamadas rutas de vuelo, entre sus sitios de reproducción y sus áreas de estadía invernal en el sur. Existen cuatro rutas de vuelo fundamentales en Norteamérica: La ruta de vuelo del Pacífico, la Central, la del Mississippi y la del Atlántico.
Los mapas de estas rutas de vuelo a menudo muestran solamente la porción central del continente Norteamericano. Estos mapas no proporcionan información acerca de áreas más hacia el norte. El mapa más grande muestra cómo porciones de las cuatro rutas de vuelo se superponen en el Refugio Ártico. Esta superposición conecta el Refugio con áreas de estadía invernal para aves a lo largo de Canadá, 48 estados de Estados Unidos y más al sur.
El folleto de información del Refugio, titulado “¿Cuáles aves pueden viajar desde el Refugio hasta o a través de su área?”, muestra que las aves que se reproducen en el Refugio Ártico tienen rangos de distribución que alcanzan a todos los 50 estados de Estados Unidos. Esta información se encuentra disponible en http://arctic.fws.gov/birdpost.htm. Las aves utilizan cada una de las cuatro rutas de vuelo a medida que migran entre el Refugio Ártico y sus áreas de estadía invernal en el sur.
(Una versión animada del mapa se encuentra disponible en el sitio web ubicado en http://arctic.fws.gov/birdmig.htm)
La Pendiente Ártica y el Refugio Nacional de Vida Silvestre
Fuente: http://www.fws.gov/refuges/profiles/index.cfm?id=75600
Renombrado por su vida silvestre, el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico esta habitado por 45 especies de mamíferos marinos, que van desde la musaraña pigmea hasta la ballena de Groenlandia. Mucho más conocidos son los osos polar, grizzly y negro; el lobo, el wolverín, la cabra de Dall, el alce americano, el buey amizclero, y el animal que ha a llegado a simbolizar el estado salvaje del área, el caribú. Existen treinta y seis especies de peces en las aguas del Refugio Ártico y 180 especies de aves han sido observadas en el refugio.
Ocho millones de acres del Refugio Ártico están designados en forma oficial a la vida silvestre, y tres ríos (el Sheenjek, el Wind y el Ivishak) han sido designados como Ríos Silvestres. Dos áreas del refugio han sido designadas Áreas de Investigación Natural. Debido a las características escénicas y científicas que las distinguen, muchos ríos, valles, cañones, lagos y una mesa de roca han sido recomendadas como Sitios Naturales Nacionales.
Quizás la característica más especial del refugio es que los procesos evolutivos y ecológicos de gran escala continúan teniendo lugar aquí, libre del control humano o su manipulación.
Una razón importante para el establecimiento del Refugio Ártico fue el hecho de que esta sola área protegida abarca una ininterrumpida serie continua de ecosistemas árticos y subárticos. En este lugar una persona puede atravesar el bosque boreal de la meseta del Río Puercoespín, vagar hacia el norte por las onduladas taigas de la meseta, cruzar los escarpados glaciares nevados de la Sierra Brooks, y seguir innumerables ríos a través de la llanura costera de la tundra hasta las lagunas, los estuarios, e islas de la costa del Mar de Beaufort, todo esto sin encontrar un solo artefacto de la civilización.
El refugio circunda los hogares y áreas de subsistencia de los Esquimales Inupiaq de la costa ártica y los indios Athabascan del interior.